Algunos de los factores que los defensores de este tipo de construcción (de casas prefabricadas) apuntan como beneficios son los siguientes:
- La construcción se convertiría en una actividad continua, al menos en la planta de producción, en la que durante todo el año se fabricarían los componentes de las futuras edificaciones. Esto permitiría que los trabajadores del sector de la construcción, o una parte de ellos, tuvieran un empleo fijo menos sujeto a las variaciones de los ritmos del sector. Ligado a esto, encontramos lo que otros promotores de la construcción defienden como una ventaja: el hecho de que la mano de obra que trabajaría en estas cadenas de montaje no necesitaría una formación especializada. Esto resulta interesante a los promotores de viviendas en países en los que, por ejemplo, se construye habitualmente un gran número de viviendas de madera, como en Estados Unidos. Este nuevo sistema de construcción permitiría prescindir de un carpintero profesional y emplear a un obrero no especializado en la cadena de montaje. Por supuesto, este obrero percibiría un salario más bajo.
- La rapidez de montaje, tanto en el caso de viviendas modulares como en edificios con parte de sus componentes prefabricados, se acorta el tiempo de ejecución de la obra, en algunos casos a la mitad, aunque resulta más espectacular en el caso de viviendas totalmente construidas en fábrica. Tras su transporte al sitio de construcción, una casa prefabricada puede ser montada, cerrada y ocupada en cuestión de días.
- Ahorro de materiales utilizados en obra, con los elementos prefabricados en edificios o con las viviendas modulares, es posible la construcción o montaje en seco, es decir, se puede prescindir del mortero.
- Reducción de los residuos de la construcción, al llegar los componentes prefabricados a obra, se reduciría la cantidad de residuos generados en el terreno donde se realiza la construcción (embalajes, rotura de piezas...)
- Se afirma que se pueden crear productos finales que permiten el ahorro de energía. Por ejemplo, se construirían paneles para casas prefabricadas con un mayor aislamiento térmico que el que se suele aplicar en la mayoría de las obra.
- Los componentes prefabricados se construirían con materiales de la misma calidad que en la obra o incluso de calidad superior, puesto que los componentes y proceso de producción estarían sujetos a un mayor control en la planta (condiciones ambientales, controles de calidad...) Además, los materiales estarían menos expuestos a inclemencias meteorológicas, ya que el montaje se realiza en un breve período de tiempo y no estarían expuestos a condiciones climáticas adversas durante meses. También poseerían una mayor fortaleza para resistir durante el transporte y montaje. Por todo ello serían también más resistentes tras su construcción.
- La prefabricación de elementos constructivos podría abrir el camino hacia la creación de edificios en que fuera más sencillo desensamblar o deconstruir cuando estos llegan al final de su vida útil y poder así utilizar los materiales en otro lugar. También sería posible un mayor control sobre los procesos y materiales, tanto en la gestión de residuos generados (más sencilla en planta que en obra) como en la eliminación de productos tóxicos.
Otras ventajas que se apuntan serían que, en algunos casos, las casas prefabricadas podrían ser totalmente desmontadas y llevadas a otro emplazamiento elegido, si los habitantes así lo decidieran. Por lo que respecta a la estética, el resultado final no permitiría diferenciar las casas prefabricadas de las construidas sobre el terreno.
Se cree que para mucha gente podría ser un modo de conseguir una casa de las que actualmente llamamos "de diseño" de manera más asequible. Este es uno de los argumentos claves que se esgrime habitualmente: se ahorran algunos materiales, tiempo de ejecución y mano de obra que a su vez redunda en un ahorro económico.
Sin embargo, dadas las características del tipo de urbanismo y de la edificación en nuestro país, estas ventajas se reducen en cierto grado, pues muchas de ellas se asocian a la casa prefabricada unifamiliar. Las casas prefabricadas están mucho más extendidas en otros países cuyo urbanismo es más difuso, pues su aplicación en el entorno urbano y plurifamiliar es más limitada. Pero los teóricos beneficios ambientales de la construcción con prefabricados tienen actualmente defensores por doquier y merecen una reflexión más detenida.
Casas prefabricadas y ecológicas
Algunas de las casas prefabricadas que podemos encontrar en nuestro país se presentan como ecológicas aunque, de hecho, estén realizadas con materiales convencionales que, sin ser tóxicos, no destacan por ser especialmente respetuosos desde el punto de vista ambiental. Sin embargo, también hay experiencias de casas prefabricadas conformadas totalmente por materiales ecológicos y con prestaciones para el ahorro de energía. Estas viviendas no requieren cimentación ni afectación alguna al terreno, y están pensadas incluso para que al final de su vida útil puedan ser desmontadas y transportadas.
Presentan algunas buenas características en cuanto a bioclimatismo (como su nivel de aislamiento) y están conformadas por materiales naturales y renovables de baja energía incorporada. Por ejemplo, incluyen materiales como madera, corcho y barro cocido, evitan el uso de PVC e incorporan acabados en forma de pinturas y barnices de poro abierto en cuya composición sólo figuran ingredientes naturales.
Su diseño permite la incorporación de sistemas accesorios como la recogida de aguas pluviales o la inclusión de sistemas de energía solar.
El impacto del transporte desde el lugar de fabricación de estas viviendas modulares al destino final sería su principal inconveniente.
El impacto del transporte desde el lugar de fabricación de estas viviendas modulares al destino final sería su principal inconveniente.
Conclusión
Los prefabricados aportan algunas ventajas de efectividad y facilidad de trabajo en el proceso de construcción de viviendas. Sin embargo, salvo excepciones, no se puede considerar que este tipo de construcción tenga un menor impacto ambiental global, con la actual utilización de materiales y los actuales sistemas de transporte de elevada huella ecológica.
Asimismo, tampoco cumplen totalmente las expectativas de fácil acceso a la vivienda a través de la reducción de los precios.
Asimismo, tampoco cumplen totalmente las expectativas de fácil acceso a la vivienda a través de la reducción de los precios.
Podemos pensar que las ventajas que se asocian a los prefabricados tienen más que ver con la facilidad y la eficacia a la hora de gestionar la puesta en obra, e incluso con economizar recursos (también humanos), que con la ecología. Seguir utilizando materiales intensivos en energía y contaminantes en su fabricación no es ambientalmente viable. Mantener o continuar la dependencia del transporte a larga distancia de los materiales que van a conformar el edificio tampoco lo es.
Pese a las mejoras en los procesos productivos industriales, quizá finalmente no haya nada más coste-efectivo, económica y ambientalmente, que edificios que incluyan tecnología y materiales locales o regionales de bajo impacto, construidos por la mano de obra local.
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